Hace unos días la bella gente de Fundéu publicó la recomendación de fanficción como término correcto en español para hablar de las creaciones derivadas de obras originales, que algunos de sus fans escriben. Consiste en tomar personajes y mundos de otros creadores para contar historias nuevas con ellos.
Si bien existe cierta controversia legal, en muchos países mientras la creación y distribución de fanficción no es ilegal. De hecho suele caer dentro de las leyes y reglas que rigen a las obras derivadas. Estos criterios son amplios e incluyen a la parodia, la crítica y las obras anotadas, entre otras.
Las críticas falaces
Las posturas de autores, cineastas y hasta casas productoras es muy variada. Hay quienes ignoran la fanficción, quienes la fomentan y hasta quienes la hacen. Asimismo existen creadores que se oponen a ella e incluso la persiguen por la vía legal (con poco éxito).
Plagio en la fanficción
El plagio es una de las acusaciones más comunes y menos atinadas contra la fanficción. Parte de un desconocimiento tanto del ámbito de este tipo de obras derivadas, como de ignorancia legal. Cada país tiene leyes diferentes acerca de la propiedad intelectual y es indispensable consultarlas. Sin embargo muchas jurisdicciones coinciden en que:
- No se lucre.
- No compita con la obra original o le cause daños (sí, puede ser ambiguo).
- Modifique lo suficiente (muy subjetivo) a la obra original o sus elementos.
Es decir, no hay plagio ni similares en la fanficción. Un ejemplo de ilegalidad sería tomar la historia y estructura de una novela y solo cambiar nombres o el estilo de escritura. Incluso existen casos válidos en ciertas partes como «El último portador del anillo» de Kirill Eskov, que relata los sucesos de «El señor de los anillos» desde el punto de vista de Mordor. Y sí, hay países en los que no se puede distribuir por cuestiones legales sobre la propiedad intelectual de Tolkien, y otros en los que sí. Ahora con la muerte de Christopher Tolkien esto podría cambiar, pero es poco probable.
Por otro lado, la fanficción suele tomar mundos o personajes que otras personas crearon, y contar historias nuevas con estos elementos, que usualmente satisfacen sus propias suposiciones.
Principiantes
Otra crítica es la de la calidad. Hay quienes aborrecen la fanficción porque creen que es toda, por igual, mediocre y de mala calidad. Lo que ignoran es que:
- La mala calidad no es exclusiva de la fanficción: también existe en textos publicados por casas editoriales de renombre.
- La fanficción puede presentar ideas interesantes y calidad sorprendente. Generalizar es una falacia en cualquier sentido.
- La fanficción suele ser hecha por quienes apenas comienzan a escribir.
Este último punto es importantísimo. Sea de forma consciente o no, para muchas personas la fanficción es la forma de comenzar a escribir y hallar una voz propia. Sí, encerrarse en esto y nunca aventurarse a crear algo completamente propio priva a quienes hacen estos textos de más libertades, pero eso es decisión de esas personas.
Y debemos reconocer estos esfuerzos. Es perfecto si no te gusta a ti o a mí. Pero atacar lo que es el inicio de alguien en la escritura puede acabar con su motivación o ser un obstáculo en algo que comienzan a disfrutar. Además de que las comunidades de fanficción permiten que quienes apenas comienzan a escribir formen redes de apoyo y crítica en ambientes un tanto amistosos (aunque en todos lados hay personas odiosas).
Sexismo y autoría en la fanficción
Algo que mucha gente cree es que «la fanficción es un género de chicas adolescentes». Sí, hay muchas autoras jóvenes de fanficción y para empezar eso no es algo criticable. En especial cuando a las mujeres se les ha excluido y dificultado el camino para publicar textos desde lo literario hasta lo académico. Además hay muchos textos que son escritos por personas que no son ni adolescentes ni mujeres.
Apelar a la autoría como forma de crítica generalizada (o mérito) es una falacia. Y eso sí es de bajísima calidad en cualquier discusión.
¿Sexo o representación?
Otra crítica casi tan popular (y falaz) hacia la fanficción, como la del plagio, es la del sexo. Y sí, hay montones y montones de fanficción de sexo. En especial hay montones y montones de fanficciones de sexo de personas que no son ni hombres ni heterosexuales. ¿Y?
Sí, el horror, el erotismo y la comedia son aspectos muy difíciles de lograr en texto (y otros formatos). Sí, el sexo explícito suele considerarse un aspecto de calidad pobre: después de todo es raro que una escena sexual importe en la trama. La sugerencia y las sutilidades suelen funcionar mejor.
Eso no evita que las casas editoriales más reconocidas del mundo publiquen montones y montones de libros con contenido sexual un tanto mediocre (Murakami, amado por muchos, lo hace repetidamente). ¿Entonces por qué la crítica en la fanficción como si el sexo mal escrito o abundante fuera exclusivo de estos textos?
Porque ese «exceso» de sexo es un síntoma de algo más grave: la falta de representación. Ni siquiera es por el sexo mismo, sino porque en el mundo existen millones de personas que nunca encuentran ficción con personajes que se les parezcan. Sí, tiene que ver con preferencias sexuales e identidades de género. Pero también con edades, cuerpos, pieles, gustos, y más que pocas veces aparecen en la literatura.
Por ello se han refugiado en la fanficción: reutilizar personajes e historias que se disfrutan, pero ahora con la posibilidad de que sean como es quien las escribe. De hecho debemos a la fanficción la creación de Mary Sue como crítica: en 1973 Paula Smith publicó una fanficción que parodiaba el estereotipo de muchas otras que se hacían de Star Trek. La teniente Mary Sue era perfecta, inteligente y la más joven de la flota.
Y vaya que de Mary Sues y clichés están llenos los libros a los que no cubre la trágica sombra de la fanficción incomprendida. El mundo tiene muchas más miradas posibles de las que creemos y la fanficción permite conocer un poco más de ellas. Es cierto, no es para todos, pero descartarla de forma generalizadas es una mala idea.
Calidad y relevancia
Finalmente y para quienes disfrutan opinar como parte de manadas que siguen la guía de críticas y premiaciones prestigiosas, la fanficción es relevante. Tanto así que Archive of Our Own (AO3) recibió el premio Hugo 2019 en la categoría de mejor obra relacionada, el cual se otorga a obras con relación a los géneros especulativos.
AO3 es un archivo que recopila enormes cantidades de obras de fanficción y es un referente indispensable para quienes escriben y quienes leen fanficción, además de que resalta su importancia. Esto incluye su producción, difusión e impacto en diversas comunidades.
El galardón llegó después de años de que la comunidad hiciera camapaña por mostrar el valor de AO3 y la fanficción. Asimismo la historia de AO3 es interesante y pueden leer todo desde que inició hasta este reconocimiento del año pasado en Polygon.
De lo que no cabe duda y siempre es importante recordar, es que la fanficción es sin duda un aspecto importante (y nada nuevo) de nuestras sociedades. También es una forma amigable para muchos de acercarse a la creación, la experimentación y una gran diversidad (temática, de calidad, de clichés y de personajes) fuera de las convenciones comerciales del momento. Y no olvidemos que incluso «La divina comedia» es en parte una obra de fanficción.