Ya tenemos un buen ritmo de lectura gracias a la agilidad de los cuentos leídos en enero. Es momento de aprovechar el ánimo para hacer frente a textos más largos. Febrero será un mes dedicado a las obras que han hecho de nuestros buenos amigos, los libros, lo que son hoy. Por lo tanto los invitamos a leer clásicos.
La definición sugerida aquí, para todos ustedes, es un tanto flexible: en los clásicos caben todos los libros que nos obligaban a leer en la escuela. ¿Son largos? ¿Parecían muy aburridos cuando éramos pequeños? ¿Los autores murieron hace mucho tiempo? ¿Siempre son mencionados como grandes ejemplos de la literatura? Si responde de forma afirmativa a alguna de las cuatro preguntas, es probable que sí sea un clásico.
Si somos un poco más puristas y atendemos lo que dijo Italo Calvino, entonces: los clásicos son aquellos libros que nunca terminan de decir lo que tienen que decir. Su universalidad, tanto todo lugar, como a través de los tiempos, es un elemento que los hace perdurar y ser reconocidos como hitos de la literatura y su mensaje no pierde vigencia, sino que se renueva cada día y con cada lectura y relectura.
Calvino también nos enfatiza en su texto «Por qué leer a los clásicos» la importancia que cada uno le da a los libros y cómo un clásico es imposible de confundir después de leerlo: uno simplemente sabe que ese libro es y será un clásico. Además nos dice que la reputación de estos textos es tal, que aumenta las expectativas acerca de ellos y el goce que se vive cuando finalmente se leen.
¿Entonces todos son clásicos?
Por supuesto que siempre habrá debates sobre algunas obras, además de que con el tiempo muchas más se agregarán a la lista de lo que el mundo considera clásicos de la literatura. Las opciones que consideramos pueden ser tan antiguas como «La Odisea», las Eddas o la Biblia; o tan recientes como «Ulises», El guardián entre el centeno» o «El señor de las moscas». Su uso del lenguaje y sus representaciones son tan acertadas que hablan de manera íntima a cada lector, en cualquier parte del mundo y en cualquier época de la humanidad.
Algo que pretendemos con nuestro reto de lectura es invitar a todos a que algunos meses salgan de sus lecturas cotidianas y prueben algo que normalmente no harían, pero que lo hagan con gran libertad. Ésa es la razón por la cual las definiciones y recomendaciones sugeridas son tan flexibles: para elegir al gusto. Algunos textos que tenemos en mente al hablar de clásicos, y que les recomendamos con mucho entusiasmo para este mes son:
Clásicos sugeridos
La Odisea de Homero. El clásico de clásicos y una de las obras con mayor influencia en occidente y en el mundo en general, sin que el paso del tiempo le afecte. Términos como «odisea» y «mentor» surgieron ahí. Asimismo, muchas ficciones han referido a este poema épico, en ocasiones de manera intencional y otras, de forma inconsciente. El viaje del héroe no sería lo mismo sin las aventuras y peripecias de Odiseo, Telémaco y Penélope.
La divina comedia de Dante Alighieri. Otra gran obra que invita a todo lector en algún momento de su vida. Nuestras propias culturas están llenas de influencias de la visión de Dante sobre el infierno, el purgatorio y el cielo. Virgilio y Beatriz son guías perfectos de Dante, quien a su vez es un vehículo para que el lector experimente las maravillosas visiones al recorrer sitios temidos y otros anhelados.
Orgullo y prejuicio de Jane Austen. Un clásico mucho más moderno que cautiva por su retrato de las costumbres de la sociedad británica. Austen lo logra mediante su uso espléndido de la ironía y la sátira: cada personaje, diálogo y situación sirven para este fin.
Frankenstein de Mary Shelley. Una tragedia que juega con las estructuras del género clásico griego y las moderniza con un toque de horror y algo de lo que hoy llamamos ciencia ficción. Temas como la identidad, la presión social y las profecías autorrealizadas son los que empujan la narrativa en la cual acompañamos a una abominable, pero noble criatura, obra de la curiosidad y el egoísmo. La forma en que Shelley aborda la relación padre / creador e hijo / criatura es fascinante de principio a fin.
La máquina del tiempo de H.G. Wells. Sin duda una de las novelas que empujó los límites y ayudó a definir todo un subgénero de la ciencia ficción: los viajes en el tiempo. Wells ilusiona a sus lectores con los viajes del protagonista sin nombre, a varias épocas hasta que termina en un futuro muy lejano. Decir más arruinaría la experiencia para muchos, por lo que sólo queremos enfatizar el gran ritmo de la narración y la forma en que todo culmina.
El señor de las moscas de William Golding. Uno de los clásicos contemporáneos que presenta una hipótesis sobre el funcionamiento de las sociedades, la formación de rituales y la naturaleza humana. La premisa es simple: tras el choque de un avión durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo de niños queda atrapado en una isla desierta. La historia trata temas como las sociedades, los juegos de poder y la supervivencia.
Elección de Lector Urbano
Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Nuestra elección es otro clásico contemporáneo que presenta elementos que hoy en día se han popularizados gracias a la literatura juvenil, pero que no tienen nada de nuevo y han resonado a través de los tiempos: el enfrentamiento de un protagonista cuando su contexto lo confronta con la realidad de la sociedad distópica en la que vive y de la que es partícipe.
Recomendaciones de otros lectores
Como siempre agradecemos sus recomendaciones hechas en la sección de comentarios, en nuestro formulario de contacto y a través de nuestras redes sociales. Las sugerencias de otros lectores para este mes son:
El conde de Montecristo de Alexandre Dumas. Esta recomendación viene por parte de Adrianiux quien nos dijo que es su libro preferido y, como con todo clásico, siempre que lo relee descubre cosas nuevas. Es difícil hablar de este título sin arruinar algún detalle, por lo que sólo diremos que es una magnífica obra que, entre muchas cosas, aborda el tema de la venganza.
Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Sugerencia de Karwenita. Además de ser su obra favorita, nos compartió que siempre que se siente mal, vuelve a él para confortarse. Esta novela es la más famosa de García Márquez alrededor del mundo, y es un reto para el lector que exige toda su atención y a su vez la recompensa por completo.
Sabemos que es prácticamente imposible definir con rigidez a los clásicos y enumerarlos a todos aquí. Por lo tanto quisimos dar una pequeña muestra con algo de variedad, de textos que hemos tenido la oportunidad de leer y admiramos. Si tienen más sugerencias, compártanlas con nosotros en la sección de comentarios, en redes sociales o en nuestra página de contacto. ¡Disfruten sus lecturas!
1 comments On Febrero, mes de los clásicos
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