Bestiario, la primera antología de cuentos del argentino Julio Cortázar no es nueva ni desconocida, pero por alguna razón me evadió por años. Hace poco recibí una copia como regalo en un intercambio y al poco tiempo me adentré en él. Para quienes se incomodan con las historias largas, Bestiario es breve, al igual que mi relato sobre el libro: me gustó, aunque no por completo.
Sí, es casi tabú decir que Cortázar no era perfecto, sin embargo parte del esfuerzo por combatir el elitismo que se forma en torno a la literatura y la lectura, es humanizar a los autores y a los lectores: la capacidad para disfrutar de cualquier texto, a pesar de los errores y aciertos de los autores o de lo que digan los demás. Aquí mis opiniones libres de spoilers.
Lo que amé de Bestiario
«Casa tomada» es el primero de ocho cuentos y cualquier amante del realismo mágico lo disfrutará. La historia es de un par de hermanos que viven en una gran casa, la cual empiezan a perder, poco a poco. No puedo decir más sin echarlo a perder; lo fabuloso está en la normalidad con la que sucede una serie de eventos irracionales. Una magnífica apertura para la antología y suficiente razón para leerla.
«Carta a una señorita en París» es fabuloso. En su carta el autor relata su experiencia en la casa que cierta mujer le prestó mientras ella va de viaje. Todo va bien hasta que comienza a relatar ciertos problemas que pasan de lo extraño y fantástico, hasta que al fin llegan a un roce con el horror.
«Las puertas del cielo» se siente íntimo y quizás por ello es mi favorito de este libro: trata del vacío que existe después de que una persona cercana fallece. Tanto el narrador como su amigo lamentan y se duelen por la pérdida de la esposa del segundo. Cortázar cuenta todo con las palabras ideales para crear una sensación de nostalgia, melancolía y dulzura. A lo largo de la historia se percibe una atmósfera en la que a pesar de lo personal del conflicto, también hay distancia: esa especie de entumecimiento emocional que nos deja la muerte de otro. Todo esto culmina de la mejor manera posible. Todo el tiempo Cortázar recuerda a sus lectores la interrupción repentina que es la muerte.
Lo raro del libro
«Ómnibus» es uno de los cuentos más famosos de la colección y es en verdad raro. No es un defecto, sino su premisa y ejecución giran alrededor de lo extraño: ¿qué pasaría si de pronto uno se convierte en el foco de atención no solicitada de los demás? El cuento lleva al extremo la ansiedad y presión con la que cualquier persona introvertida está familiarizada. La conclusión es, de la misma forma, apropiada e inusual, y es posible que cualquier lector se quede con curiosidad de más.
Si un cuento de Bestiario es candidato a múltiples lecturas para entenderlo es «Cefálea». No es complicado, pero el eterno monólogo y los saltos narrativos sirven para generar cierta confusión y una sensación en los lectores de encierro en la mente de quien cuenta la historia. Es quizás uno de los cuentos que más se adentran en los elementos del realismo mágico en esta colección (junto con Casa tomada y Carta a una señorita en París). El mismo dolor de cabeza es símbolo de la tensión en la historia y la confusión presente a lo largo de ella.
«Lejana» es el cuento más estereotípico y predecible de este libro, sin embargo es interesante cómo la ejecución de Cortázar aprovecha esos elementos para hacer de Lejana una historia honesta. Los cuestionamientos sobre identidad son universales y la mera intriga que hay por cómo experimenta la condición humana otra persona, son suficientes para esta pequeña joya.
Lo que no amé de Bestiario
«Circe» fue el único cuento que en verdad me disgustó. Me pareció tedioso, aburrido y que desperdicia el maravilloso inicio lleno de misterio para concluir en algo un tanto bobo. Quizás ese es el punto y se trata, con intención, del contraste de la promesa de lo fantástico, con un final lleno de simpleza que provoca reacciones exageradas en los personajes. No obstante, aunque bien logrado si esa es la motivación de la trama, no la disfruté (o más bien, me molestó al final no recibir nada a cambio).
«Bestiario» es un muy buen cuento: la construcción de 5 personajes en pocas páginas es fabulosa y es una triste ironía que no me encantara, ya que da el título a la antología y su calidad es excepcional. No me aburrió ni me pareció malo, tan solo no movió nada en mí, pero es probable que a muchos los haga sentir algo debido a lo familiar que se siente la experiencia de la narradora desde su punto de vista infantil.
1 comments On Bestiario de Cortázar está lleno de magia
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