Vaya que nos tomamos en serio hablar de clásicos, pero la verdad es que resulta complicado pensar en obras de este tipo y no recordar «La Odisea» atribuida a Homero. La literatura occidental le debe mucho a esta obra y su influencia, junto con la de «La Ilíada» es inmesurable. También es difícil hallar un punto por el cual empezar, ya que la complejidad y la belleza de las aventuras de Odiseo en viaje de regreso a casa, están llenas de emociones y ofrecen algo para todo tipo de lector.
Para quienes no están familiarizados con esta historia, la premisa es sencilla: Odiseo, rey de la isla de Ítaca, peleó en la guerra de Troya que duró 10 años y ahora vuelve a casa, pero esto se ha complicado ya que enfadó a Poseidón. Este residente del Olimpo condenó al héroe griego a navegar sin rumbo pues el humano dejó ciego a un cíclope, hijo del dios. En casa, su esposa Penélope y su hijo de 20 años, Telémaco, quien no conoce a su padre, lo esperan con poca esperanza. Penélope tiene 108 pretendientes que le exigen la elección de uno para un nuevo matrimonio, pues Odiseo seguramente está muerto y alguno merece tener todo lo que él dejó atrás.
Bajo esas circunstancias inicia la aventura de Odiseo, tan memorable que ahora llamamos odiseas a trayectos y aventuras llenos de dificultades épicas. Al principio del relato, Atena le ruega a Zeus que le permita al humano volver a casa. Con la aprobación de la máxima autoridad del Olimpo, la diosa visita a Telémaco disfrazada de hombre y haciéndose llamar Mentor (origen para el término homónimo de hoy); juntos van en búsqueda de noticias del padre y de la madurez de Telémaco.
Así es cómo el lector empieza a seguir las aventuras de Odiseo y su hijo, en caminos que los llevarán a uno de los encuentros más esperados y significativos de la literatura de occidente. La historia está llena de llanto, combate, suspenso, alegría, misterio y demás experiencias del ser humano.
La grandeza de La Odisea
Algo fabuloso de esta historia, es que a pesar de que hoy tenemos la versión de Homero, que es un poema épico, muchos académicos coinciden en que su génesis fue la tradición oral y la composición por parte de un rapsoda. Por tanto su narrativa no es simple ni lineal, pero su lenguaje es tan bello como cada uno de los momentos que describe.
Los 10 años de la vida de Odiseo en alta mar son descritos por él mismo en un uso de analepsis, tras una escena en la que recuerda con lágrimas sus momentos de grandeza al final de la Guerra de Troya. Por otra parte, Telémaco conoce a Menelao y a la misma Helena, ya reconciliados, quienes le relatan al muchacho la osadía de su padre, en el episodio tan famoso del caballo de madera usado para adentrarse en las murallas de la ciudad.
Así el paralelismo de ambos y la ausencia de un relato en orden cronológico llevan a cada lector a presenciar momentos que resuenan hasta el día de hoy, alrededor de todo el mundo. Algunas de ellas son:
- Cualquier protagonista que sobrevive al final de su aventura una serie de dificultades que parecen imposibles.
- Los padres de Chihiro convertidos en cerdos después de comer algo que parecía dispuesto para ellos.
- El momento en que Max despierta y ve a las mujeres de Immortan Joe bañándose y se acerca a ellas.
- La forma de retratar la a un mentor que acompaña al joven viajero y lo ayuda a madurar, desde Gandalf y Obi-wan hasta John Keating y Herman Boone.
Nuestra cultura y nuestras historias están llenas de coincidencias y referencias a las peripecias de Odiseo, en gran parte porque desde sus orígenes uno de los propósitos del relato fue mostrar lo que significaba ser hombre.
Claro, las cosas cambian con el paso del tiempo, por lo cual es necesario entender que todo en el texto es congruente y cuando algo parece extraño, es por el choque cultural que nos ocasiona y no debido a que carezca de sentido. Un ejemplo es la cualidad de mentiroso de Odiseo: es admirada por todos los que le conocen y le da la victoria ante Ajax cuando ambos presentan sus razones por las cuales cada dice merecer la armadura del difunto Aquiles.
Sus mentiras y elocuencia iban de la mano y eran signos de inteligencia, sin embargo ya para la época de los romanos esto cambió. Es posible ver cómo en La Eneída la honestidad ya es el valor enaltecido, como hoy en día, en lugar de los disfraces y engaños para salir adelante y superar los problemas.
Algo para todos los lectores
Hasta el día de hoy existen ciertos puntos de discusión sobre La Odisea y por ello decimos que ofrece algo para todos. Quienes aman los momentos más fantásticos de una historia, serán atrapados desde el inicio en el cual una diosa aboga por un mortal y después viene a acompañar a otro. Aquellos lectores fascinados por los viajes, disfrutarán los relatos de todos los personajes y cómo es que Odiseo perdió su flota y a sus hombres.
Las personas que buscan momentos emotivos, desde la tristeza hasta el horror, quedarán encantados por el viaje de Odiseo al inframundo, así como el encuentro del padre y el hijo que no se conocen, pero se aman. Además Penélope aunque no viaja, tiene sus propias aventuras en casa e idea formas tan inteligentes como las de su esposo, para seguir a su espera y no ceder ante las exigencias de los hombres que la ven como un medio para adquirir riqueza.
Todo esto culmina con una masacre espectacular cuando Odiseo llega a casa y hasta su propia habitación con su mujer, quien también lo pone a prueba para identificarlo, ya que no pretende dejarse engañar por nadie. O por lo menos eso creen muchos académicos, que ahí es el final original de la obra. Sin embargo hay un episodio más en el cual Atena interviene para detener otra matanza y así establecer la paz en Ítaca de nueva cuenta.
Los académicos quizás discutan sobre esto hasta el final de los tiempos, lo cual es algo que el texto ofrece para ellos. A los demás nos queda disfrutar por primera, segunda, tercera o enésima vez, las aventuras de Odiseo y su familia, así como las consecuencias que dejó la Guerra de Troya en muchos de los soldados triunfantes.